Opinión

La transformación digital en el tercer sector

Nos dimos cuenta de manera forzada que nuestro sistema de captación prontamente estará obsoleto, y que necesitamos tomar medidas de forma ágil y precisa.

23 de Abril de 2020

Las organizaciones sociales y fundaciones están experimentando una fuerte crisis producto de la pandemia del COVID-19. Por un lado, la demanda por sus servicios es mayor, sobre todo en los grupos de riesgo, como adultos mayores y otros grupos vulnerables. Por otro lado, las fuentes de financiamiento de las fundaciones se encuentran congeladas y realizar captaciones de recursos en terreno es imposible debido al distanciamiento social.  Esta crisis es aún mayor en organizaciones pequeñas y medianas que, día a día en terreno y de manera silenciosa, cumplen una labor fundamental. 

 

Las organizaciones sociales están en una crisis de financiamiento y en la agenda pública no se las ha priorizado como grupo de apoyo a diferencia de las pequeñas y medianas empresas. Si no nos hacemos cargo, esto puede, rápidamente, convertirse en una verdadera crisis social, ya que estas instituciones son las que tienen el verdadero conocimiento de lo que pasa en el territorio y hoy están siendo olvidadas. 

 

Innovación y transformación digital: un camino urgente e inevitable

 

Si bien la situación actual requiere un apoyo mayor por parte del Estado y las empresas hacia el tercer sector, también requiere que las mismas organizaciones sociales tomen la iniciativa. Que innoven en sus fuentes de financiamiento, que modernicen su gestión para ser más eficientes, que digitalicen sus servicios para generar pagos sin contacto físico.

 

Las tendencias mundiales de donación van en esa dirección y el contexto actual obliga a acelerar el cambio. Según un informe publicado el 2019 por la Nonprofit Tech for Good, el 40% de las ONG’s alrededor del mundo utilizan algún software de gestión de socios y recaudación, y más de la mitad ha aumentado su inversión en tecnología. Otra publicación de la misma institución indica que el 54% de los donantes prefiere hacerlo por internet con una tarjeta de crédito o débito. 

 

En este escenario, han aparecido en el mundo nuevas plataformas digitales de fundraising. Por ejemplo, la plataforma Mightycause, ofrece un software de fundraising para ayudar a organizaciones sin fines de lucro a financiar sus proyectos, todo a través de su sitio web. Buscan ser una plataforma de colaboración de las personas para las personas. Similar es el caso de GlobalGiving una plataforma global que busca -a través del sistema de fundraising y donaciones únicas o permanentes- financiar proyectos alrededor de todo el mundo. Como estas, hay varias instituciones que han enfocado sus recursos en la innovación digital minimizando riesgos y costos, potenciando las donaciones, y todo a través de la tecnología.

 

Transformación digital en captación y recaudación de socios

 

¿Cómo podemos llevar este mundo digital al tercer sector chileno? Un punto crítico es la captación de nuevos socios que asegura los ingresos futuros de las fundaciones y que se ha visto fuertemente restringida por el distanciamiento social. Otro punto es el proceso de recaudación de cuotas que demanda una infinidad de etapas, y trámites que exigen las diversas instituciones financieras para recaudar efectivamente las donaciones. 

 

Ante ambos desafíos, la transformación digital del tercer sector debe apuntar hacia una donación inteligente. Inteligente ya que permite hacer match efectivo entre las causas e intereses que mueven a los ciudadanos y la oferta de fundaciones que se movilizan por esa causa. Inteligente en cuanto reduce la burocracia y los trámites del proceso de captación y recaudación, haciéndolo más amigable a los donantes y reduciendo los costos de administración. Inteligente porque permite a los donantes y fundaciones tener completa transparencia del proceso y facilita la información para hacer uso de la Ley de Donaciones reduciendo la carga impositiva de los donantes.

 

La digitalización permite que los procesos sean más simples, directos, seguros y transparentes, permitiendo a las organizaciones asegurar los recursos necesarios para subsistir y así continuar realizando las tan necesarias labores para la sociedad. Los ejemplos internacionales demuestran que la captación digital puede ser mucho más efectiva si es bien aplicada, y permite, además de lo anterior, ampliar la red de contactos y ser una plataforma colaborativa entre las diversas organizaciones que participen. 

 

Factor social: una invitación a la solidaridad digital

 

Nos dimos cuenta de manera forzada que nuestro sistema de captación prontamente estará obsoleto, y que necesitamos tomar medidas de forma ágil y precisa. Este es el momento de la solidaridad global y digital, porque si bien esta crisis nos afecta a todos, hay algunos que se ven aún más perjudicados. En ellos debemos enfocar nuestros esfuerzos.

 

En Factor Social estamos apoyando a más de veinte fundaciones a digitalizar sus procesos de captación y recaudación para responder de forma efectiva a la crisis que actualmente vive el tercer sector. Buscamos  democratizar la solidaridad, convertirnos en una plataforma solidaria que fomente la donación inteligente. Invitamos a organizaciones y fundaciones a colaborar en base a la tecnología y la confianza. Usemos la fuerza de nuestro enemigo -el virus- a nuestro favor. Seamos agentes de cambio.



José Manuel Correa

Director Ejecutivo Factor Social