Mucho se ha dicho en relación a la crisis, los problemas y dificultades, pero este tiempo de adaptación a la nueva normalidad puede ser una oportunidad para reinventarnos, crecer en empatía y solidaridad. Las organizaciones sociales están trabajando de forma innovadora y resiliente para salir adelante. Tenemos que hacernos cargo como sociedad y apoyarlas, por eso, nuestro mensaje está dirigido a quienes viven la crisis desde sus hogares, con sus familias, con techo y alimento. Hacemos un llamado a la acción a esos chilenos para que tomen un compromiso con aquellos que viven en contexto de vulnerabilidad. Hay que darle una mano a quienes las oportunidades les son esquivas.
Conversamos con representantes de 2 de las 22 organizaciones que son parte de la comunidad de Factor Social; Katherine Taha (Fundación Acompaña), y Olga Díaz y Karla Moraga (Fundación Domingo Savio). Ambas trabajan con niños en situación de vulnerabilidad; la primera enfocada en crear ambientes de desarrollo integral para niñas y adolescentes, y la segunda en el reforzamiento escolar y protección social de niños y niñas. Sus testimonios son un mensaje de esperanza y una invitación. Demuestran que sí es posible sobrevivir a esta crisis, porque somos seres capaces de reinventarnos y adaptarnos, especialmente si hay otros que dependen de nosotros. La invitación es clara; donar, para que puedan continuar con su labor.
Situación de la fundación Pre-Covid 19
Las fundaciones -al igual que todos- tenían su año planificado, y la contingencia las obligó a cambiar de foco, para atender otras necesidades, todo de improviso. La Fundación Domingo Savio se preparaba para atender a 50 niños y niñas con un plan diseñado para mejorar el rendimiento escolar en el área de lenguaje y comprensión lectora, además de proyectos con estudiantes de psicopedagogía que evaluarían la situación de cada niño. Por otro lado, la Fundación Acompaña, estaba desarrollando su plan de recaudación de fondos y su plan de acción 2020 en la residencia de niñas y adolescentes “Casa Acutun”; proyecto que busca acoger a las niñas en un entorno propicio para su desarrollo integral, en un ambiente de confianza y seguridad.
Situación de la fundación en Covid 19. ¿Qué están haciendo actualmente? ¿Cómo se han reinventado?
Al preguntar acerca de la situación actual, los procesos de adaptación y las diversas medidas que han aplicado en el último tiempo, nos damos cuenta que el giro es total. Las prioridades que tenían antes de la pandemia se transformaron, al igual que su funcionamiento. Katherine Taha, plantea que “nuestro mayor compromiso es con la salud de las niñas y adolescentes de la residencia, encontrándose hasta ahora el 100% sanas y contenidas emocionalmente, recibiendo una intervención integral, que se ha debido modificar de acuerdo a las posibilidades actuales, pero que no ha sido un impedimento para que ellas continúen recibiendo una atención de calidad”. Por su parte, Olga Díaz cuenta que actualmente su objetivo es “brindar ayuda humanitaria consiguiendo recursos de primera necesidad, sin dejar de lado la contención, ya que la situación de las familias es tremendamente complicada”, y sostiene con fuerza que “no los dejaremos solos, nuestro ‘Club’ es la red de apoyo más cercana que tienen en estos momentos”.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Las encargadas de la Fundación Domingo Savio dicen que “en un comienzo, no sabíamos cómo reaccionar ante lo que se venía y sentíamos que no sabíamos qué hacer ¿De qué forma íbamos a ayudar a los niños? [...] Teníamos miedo de cómo íbamos a pagar los sueldos, prevalecía la incertidumbre económica”. Además les preocupaba el tener que quedarse en sus casas sin poder apoyar a los niños y niñas de manera física. Lo mismo le sucede a la Fundación Acompaña; para ellas lo más difícil ha sido, rearmarse, poder detenerse y levantar una alternativa que les permita continuar activos financieramente. Taha plantea que “ha sido difícil movilizar recursos, hay mucha necesidad a nivel de país, la gente ayuda, es solidaria, pero la demanda es alta y se ha hecho difícil recaudar dinero” En cuanto al área de gestión de recursos, se paralizaron totalmente los ingresos de nuevos socios y las alianzas que se proyectaban con empresas no se pudieron concretar.
¿Qué ha sido lo más fácil?
Un mensaje de fuerte esperanza y motivación nos transmiten las encargadas de las fundaciones. Demuestran que, a pesar de las dificultades que este período ha supuesto, se puede ver el lado bueno, el lado fácil y amable. Ambas transmiten la importancia del equipo, que de manera perseverante y comprometida han hecho más llevadera esta crisis. Desde la fundación Acompaña, destacan la actitud constructiva y de cooperación absoluta, además de un fuerte compromiso con sus niñas y adolescentes. Por otro lado, en la Fundación Domingo Savio proponen que cuando hay ganas de ayudar los caminos se van abriendo y las oportunidades llegan. Los valores que destacan en estos momentos son: amor por lo que hacen, la perseverancia y tener fe para conseguir lo que necesitamos.
¿Qué es lo que más necesitan hoy?
Habiendo conocido la experiencia interna de estas organizaciones, se preguntarán; ¿cómo podemos hacer más llevadera su labor? Es fácil. Hoy lo que más necesitan es ayuda económica. Desde la F. Domingo Savio para continuar ayudando a las familias de su Club y poder mantener el equipo de trabajo, mientras que la F. Acompaña lo necesita para seguir brindando un espacio digno a las niñas y adolescentes. Katherine Taha nos hace una invitación muy clara: “Necesitamos que nos acompañen, que se sumen a nuestras iniciativas y que juntos logremos superar esta difícil situación a la cual nos estamos enfrentando”.